viernes, 26 de febrero de 2010

Poemanía Nº 219 - María Elena Rocchio

POEMANÍA



la manía del poema…

Hoja literaria de aparición virtual

219/2010



“En mi propia casa como en la ajena,

he creído sentir que la poesía,

al penetrar en la palabra, la descompone,

la abre como un capullo a todos

los matices de significación…”

José Gorostiza





Poeta invitada: MARÍA ELENA ROCCHIO (*)







Poema I



Interacción del alma con los fantasmas del parque,

cubierto de hojas secas

como el recuerdo del verano,

en estos días de mayo el corazón tembló tanto,

que solo muy lentamente va reconociendo el cuerpo que habita.



Las palabras, heridas de ausencia,

se enredan como espinas alrededor de las manos.

La soledad descubre infiernos,

tenidos mansamente en la memoria.



La felicidad, olvido de la muerte,

momentos en que se detiene el corazón

para anunciar el vértigo con ojos de música.



Hay calles que me llevan a lo más alto del espíritu,

habitadas por la inminencia del encuentro,

ahora las recuerdo para adormecer en el alma

las sensaciones del paisaje.



Hay que entibiarse en un fuego inventado, a veces.











Poema VIII







la oscuridad se mueve

o es una fragilidad de luz

que no puedo apresar









Poema X



me gusta la palabra siempre

más fuerte que el oxígeno

y los latidos que amenazan



no será suficiente

la sensibilidad

el ángel llegará en su boca



sólo me detengo a agradecer

los días la palabra







Poema XV





abandonar un poema

una luz indefensa

que pueda entristecer a los amigos



lejos de las pasiones

en la imaginación del alba

destejo fantasmas



persiste una vaga inocencia

los hijos el viejo mantel



persiste la amistad

esa ráfaga de sol en la garganta



la inspiración es un altar

donde la cobra del pasado

sacrifica recuerdos



mis versos no respiran

imaginan el aire

enrarecido a veces por un vago temor



la inquietud de abandonar un poema

una luz indefensa

que pueda entristecer a los amigos











Poema XIX





confieso que temo las armas del dolor

sobrevivo respiro deleite

por aquella felicidad

la plenitud de la piel

resplandor de la mesa que supe tender



escribo porque fluye en palabras

la sal de mis heridas



gastadas por el tiempo y el olvido











Poema XXIII





el amante aleja la voracidad del silencio



vino seductor de la lengua

recorre las vetas del alma



no es otra cosa la sed

sobre los ojos húmedos











Poema XXX



jirones del espíritu

la gracia del poema



recobro las cosas y los nombres



tantas veces volveré a decir

palabras ancestrales



el alma se comprende

en círculos y círculos de amor



nada se muere













Poema XXXIII





los muy sensibles mueren

en los huecos oscuros



una torva sonrisa

vestida de libro



una larga mudanza



hasta que el poema

se vuelve mariposa







(*) María Elena Rocchio: nació en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires (Argentina. Reside en la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Publicó los libros “Ahora mis alas, ahora” (2000); “Himno circular” (2002); “Luz indefensa” (2009). Sus poemas fueron incluidos en diversas antologías. Desde el año 2000 es coordinadora del Café Literario “Antonio Aliberti”. Citada en el “Diccionario Histórico” dirigido por Fermín Chávez, en el año 2005. Fue coordinadora de la peña literaria Julia Prilutzky Farny desde el año 2005 al año 2007 inclusive. Participó de numerosos encuentros literarios.

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